domingo, noviembre 30

QUé v

Desperté en la madrugada, aún con ropa, y como a la 1:30 pegué un brinco al escuchar unas detonaciones y percatarme de que eran balazos.

Se oían los gritos de una mujer también, y camino a mi cuarto, para cambiarme, escuché más de lo mismo.
No me había tocado una tan cerca.
A ver si ahora que fue cerca de su casa, al señor presidente se le ocurre dejar de fingir demencia.

1 comentario:

Andriu dijo...

que fuerte, ay tocayits! pinchi gobierno de la erg... lo mas pinche de eso son las balas perdidas y que le tocan al que menos culpa tiene... que ganas de chingar... cuidate mucho tocayits!!

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