A veces me gustaría ser como Mr. Jingles, y entrar en las vidas de las personas sin que se den cuenta y salir cuando quiera, por un hoyito entre techo y techo, que en invierno deja entrar el gélido aliento del clima.
Aunque hasta cierto punto, ya soy como Mr. Jingles. Guardo estupidez y media para recordar a algunas personas, inconscientemente.
jueves, junio 4
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario